
Una amenaza persistente que ahoga la pesca artesanal
Los pescadores de Conil enfrentan una situación crítica debido a la proliferación del alga asiática en los caladeros del litoral gaditano. Este fenómeno ha alcanzado niveles alarmantes, dejando a las flotas locales en un estado de desesperación, ya que las capturas de pescado disminuyen drásticamente mientras los barcos regresan cargados de esta especie invasora.
Daniel Burgos, patrón de barco, expresa con amargura la gravedad de la situación: “Esto está peor que nunca. Donde quiera que vayas, hay algas.” Esta invasión, agravada por el calentamiento de las aguas, dificulta la extracción de pescado y aumenta las pérdidas económicas. Los pescadores denuncian que incluso pierden material en el fondo del mar cuando sus redes, saturadas de algas, no pueden ser recuperadas.

Además, el problema va más allá de las pérdidas económicas inmediatas. Los pescadores señalan la falta de apoyo gubernamental y de medidas concretas para combatir esta crisis. A pesar de los controles constantes, no reciben ayudas económicas ni disfrutan de paro biológico, una herramienta clave para aliviar la presión sobre los caladeros y permitir la regeneración de los ecosistemas marinos.
La situación empuja a muchos pescadores a abandonar la actividad. Los que persisten enfrentan jornadas agotadoras con mínimas ganancias, llegando a puerto con poco pescado, y en ocasiones, con capturas dañadas por la cantidad de algas. Sin respaldo financiero, muchos consideran detener sus operaciones para evitar seguir acumulando pérdidas.
La indiferencia de las autoridades y la falta de soluciones tangibles agravan el sentimiento de abandono. Mientras tanto, el mercado no refleja la crisis, ya que el pescado importado de otros países cubre la demanda, invisibilizando el problema para el público general.
El futuro de la pesca artesanal en Conil está en peligro, y los pescadores hacen un llamado urgente para que se tomen medidas eficaces antes de que esta actividad tradicional desaparezca bajo el peso de las algas y la indiferencia.